terça-feira, 28 de julho, 2020

Trazabilidad como potente herramienta de gestión

A partir de marzo de este año, nuestra vida cambió por completo y algo nuevo que tuvimos poco que discutimos se hizo normal en las noticias: la búsqueda de "paciente cero". ¿Qué se supone que significa eso? "Paciente cero" es la primera persona infectada con una enfermedad viral o bacteriana, porque identificarla nos ayuda a entender cómo el virus o las bacterias se propagan en el mundo o en un país.
Para ilustrar la importancia de la trazabilidad y cómo en este tiempo de pandemia no pasa, marzo ya parece mucho tiempo en nuestra memoria, ahora en junio ya tenemos una aplicación lanzada por SAP en Alemania, llamada Corona-Warn-App.
Fue creado en asociación con Google y Apple y emite advertencias si una de las personas que ha descargado está contaminada y cerca de usted. ¿Sabes cuántas descargas se han realizado? Alrededor de 6,5 millones en 24 horas.
Estos ejemplos muestran que, con el coronavirus, el tema de la trazabilidad comenzó a ocupar un papel prominente. Para el ciudadano medio, era evidente la importancia de entender el origen de ciertos problemas para que sea posible diseñar estrategias de combate y planes de acción. Del misma manera que la trazabilidad es bienvenida para hacer frente a las crisis sanitarias, también desempeña un papel importante en la industria alimentaria.
La seguridad alimentaria es una prioridad para cualquier fabricante que opere en esta industria.
A lo largo de su ciclo de producción, un alimento puede pasar por unas pocas docenas de pasos entre el procesamiento y el llenado, unos 100% automatizados y otros que cuentan con la participación de los operadores. En el caso de fallos, las herramientas de seguimiento sirven como aliados de los fabricantes, ayudando a resolver el problema de forma rápida y asertiva tan pronto como se identifica.
Como impacto colateral positivo, la trazabilidad también contribuye a aumentar la seguridad de los alimentos producidos. Mediante el seguimiento de un problema hasta su origen, los fabricantes desarrollan una mirada ampliada a su cadena de producción, siendo capaces de crear protocolos y mecanismos que impiden que el mismo problema vuelva a suceder en el futuro.
Actualmente, las máquinas de procesamiento y llenado instaladas en la industria se pueden conectar en un único entorno virtual, lo que facilita el análisis y la generación de informes de producción, así como la trazabilidad de lotes específicos.
Desde la llegada de la materia prima hasta el envío de productos manufacturados a los centros de distribución, todos los procesos llevados a cabo en la industria pueden ser monitoreados y almacenados en servidores, creando un historial completo de producción.
El uso de la trazabilidad en la industria alimentaria es especialmente interesante para identificar los fallos aún en una etapa temprana, de modo que sea posible tomar medidas proactivas y correctivas que eviten la continuidad del problema.
Al identificar fallas en el proceso y tomar medidas por adelantado, la industria mitiga los impactos financieros causados por la pérdida de producción y evita crisis reputacionales si llegan al mercado productos inapropiados – cabe señalar que, en este caso, la crisis de imagen puede conducir a pérdidas financieras simplemente incalculables.
Aunque los beneficios de la trazabilidad se traducen más fácilmente para los gerentes que trabajan en la industria, es un hecho que el consumidor también tiene mucho que ganar desde el momento en que conoce los procesos por los que pasó un producto antes de que llegue a sus manos.
Un cambio que ya estaba ganando forma y que se aceleró por la pandemia era precisamente la transparencia sobre el camino que tomó un producto en su proceso de fabricación.
Por ejemplo, al escanear un código impreso en un lado del paquete, el consumidor puede recibir en su teléfono móvil información como el nombre y la ubicación de los proveedores de materias primas, detallando todos los ingredientes utilizados en su composición, modelo de procesamiento aplicado a su producción. Al hacerlo, el fabricante añade una capa de transparencia que el consumidor ha demandado y valorado, poniendo en una mejor posición las marcas que se mueven en esta dirección.
En términos generales, la trazabilidad no debe verse únicamente como una herramienta de control de calidad y producción, sino como una poderosa herramienta de confianza en la gestión para la industria, con el beneficio de aportar también ganancias al modelo de comunicación entre las marcas y los consumidores.
Así como la trazabilidad ha demostrado ser importante para la crisis de salud causada por el nuevo coronavirus, también es fundamental para el funcionamiento de los fabricantes de alimentos y bebidas.
Edison Kubo
EmbalagemMarca - 15/07/2020 Noticia traducida automáticamente
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