El momento de inestabilidad económica que socava el país directamente había modificado los hábitos de consumo de los brasileños, prueba de ello es el mercado del petróleo. Según datos de la (Asociación Brasileña de los productores, Importadores y comercializadores de aceite de oliva) en la primera mitad de este año, Brasil importó aproximadamente 27000 toneladas del producto, una caída del 20% en comparación con el mismo período en el año 2015, que registró 34500 toneladas. "Incluso con el escenario actual de la izquierda brasileña a consumir el producto, sin embargo, pasó a comprar menos unidades", explica Rita Bassi, Presidente de la OLIVA.
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